Te presentamos un experimento muy simple que ilustra la correlación entre el movimiento y el sonido.
Lo que necesitas: ensaladera, film transparente, arroz, bandeja de horno de metal y una cuchara de metal.
¿Cómo lo hacemos?: coloca un trozo de film transparente sobre la ensaladera y esparce unos granos de arroz encima. Coloca la bandeja metálica junto a la ensaladera y golpéala varias veces con la cuchara para generar ruido. ¿Qué pasa? ¡El arroz se está moviendo!
Cuando golpeas la bandeja de horno con la cuchara, el aire a su alrededor vibra y se aleja en todas las direcciones en forma de ondas. Cuando las ondas de sonido llegan al film transparente, la hacen vibrar, y provoca que el arroz se mueva. Nuestros oídos perciben los sonidos de la misma manera