Las numerosas representaciones que nos han llegado del antiguo Egipto nos muestran el importantísimo papel que la música desempeñaba en la sociedad de la época. Un relieve de la quinta dinastía procedente de la necrópolis de Saqquàra, al sur de El Cairo, que representa a un grupo de mujeres que tocan el arpa, el laúd y la lira, revela los instrumentos y las profesiones relacionadas con estas antiguas tradiciones musicales. Tanto en celebraciones festivas como en funerales, los egipcios recurrían a la música para animar todos los aspectos de su vida cotidiana y ponerse en contacto con los dioses. Con el tiempo, los músicos y cantantes se convirtieron en profesionales.
La música y las canciones acompañaban no solo las ceremonias religiosas, las guerras y las fiestas, sino también el trabajo: los agricultores y los trabajadores cantaban para dar ritmo a su trabajo, los pastores tocaban melodías con la flauta y los cazadores utilizaban panderetas para ahuyentar a los pájaros. Los frescos de las tumbas suelen mostrar escenas inspiradas en fiestas populares en las que se celebraban nacimientos y bodas al son de la música. Las trompetas y los tambores eran también una parte esencial de la música militar, donde cada sonido indicaba una orden precisa.