Todo el mundo tiene una selección personal de sonidos placenteros. El trazo de un lápiz sobre una hoja de papel, el burbujeo del agua hirviendo, el paso de un peine por el cabello… Escuchar los sonidos provenientes de este tipo de situaciones genera en muchas personas una agradable sensación de sosiego y placer auditivo. Es precisamente eso lo que buscan producir los contenidos de la categoría Autonomous Sensory Meridian Response (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma), más conocida por su sigla: ASMR.
Inspirados por su propia experiencia con el placer provocado por el sonido, cientos de creadores de Internet se han lanzado en los últimos años a subir vídeos en los que, con un micrófono y objetos cotidianos como herramientas, producen estímulos auditivos relajantes. Las diferentes acciones para generar los sonidos son denominadas ‘detonantes’ y en algunos casos pueden llegar a provocar una sensación de hormigueo que se extiende de la nuca al resto del cuerpo. En plataformas como YouTube y TikTok, el contenido ASMR ha conseguido reunir a millones de adeptos alrededor del mundo.