Leyendo cualquier cómic de Superman, en el que el hombre de acero vuela en persecución de su enemigo, comprendemos inmediatamente la velocidad supersónica a la que va nuestro héroe. La onomatopeya "woosh" es suficiente para hacer el mensaje alto y claro. Las onomatopeyas, que reproducen o evocan un sonido particular producido por un objeto o una acción, se utilizan para producir sensaciones y emociones o para describir una escena con mayor precisión. Y es que las onomatopeyas forman parte del día a día de todos y son muy comunes en los procesos tempranos del habla. Los bebés se comunican prácticamente por medio de onomatopeyas… y podría decirse que muchos animales también. En el cómic se han usado onomatopeyas desde siempre y es muy sencillo encontrarse con alguna muestra como efecto de sonido.
Pero ¿cuál es su origen? Onomatopeyas como ¡GULP!, ¡BANG!, ¡SIGH! o ¡SPLASH! Son derivaciones de verbos ingleses como to gulp (que significa tragar), to bang (explotar), to sigh, (suspirar) o to splash (salpicar). Así, en muchas ocasiones una onomatopya no es otra cosa que el proceso de sonorización de una palabra. Estos sonidos también se reproducen visualmente a través de lo que se llama "lettering", es decir, caracteres de la palabra deformados para resaltar la potencia y la longitud del ruido.
Si quieres saber más sobre las onomatopeyas, puedes leer este artículo: https://www.zonanegativa.com/v-de-vigilantes-boom-crash-%C2%A1riiiiing-paw/