El deporte es entusiasmo

El deporte siempre ha sido un entretenimiento, un espectáculo y un ritual social. Animar con entusiasmo es una parte fundamental de este ritual. Y como el deporte transmite pasión y emoción, tanto en casa como en los campos, el sonido de las aficiones es parte protagonista. Los tambores, las trompetas y los coros, los gritos y los llantos resuenan en las gradas y en las paredes del salón y parecen ser la mejor manera de apoyar al equipo favorito.

Mientras que el silencio parece aburrido y nada emocionante, hacer ruido es parte de la diversión, une e involucra a los aficionados y ayuda a meterse en la situación para disfrutarla plenamente. Pero los vítores no siempre suenan igual….

En los partidos de béisbol estadounidenses, la implicación de los aficionados se produce a través del tradicional órgano que acompaña y entretiene al público deportivo antes, durante y después de los partidos, amenizando las fases más agitadas del juego con melodías bien elegidas. Un jingle que se ha vuelto inconfundible. Incluso los Red Sox de Boston han lanzado su propio disco: https://www.youtube.com/watch?v=tdgkLFFhMgw

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