El compositor alemán Ludwig Van Beethoven se vio afectado por un grave problema de audición que fue empeorando a lo largo de su vida. A pesar de esta dificultad, no dejó de componer e interpretar sus obras maestras.
Beethoven nació en una familia cercana al ambiente musical: su padre Johann era tenor, mientras que su madre Maria Magdalena tocaba el piano. Comenzó a estudiar música de niño, a la edad de 5 años, y más tarde su padre lo llevó a una gira de conciertos por Alemania y Países Bajos. Ya con 26 años empezó a percibir los primeros desórdenes auditivos y a darse cuenta de su condición.
Según una investigación publicada en el British Medical Journal en 2011, a medida que el trastorno auditivo empeoraba, Beethoven utilizaba notas de baja y media frecuencia para poder oírlas. El problema, de hecho, se fue agravando gradualmente a lo largo de los años, hasta el punto de que Beethoven se vio obligado a seguir componiendo sus obras sin poder escuchar el sonido de sus notas.