Trabajar en determinadas profesiones puede ser una amenaza para tus oídos. Piensa en los trabajadores de la construcción de carreteras, donde el ruido de un martillo neumático puede alcanzar los 105 dB, superando peligrosamente el umbral crítico de daño auditivo.
La exposición constante a estas fuentes de contaminación acústica puede tener un impacto negativo en la salud, provocando una disminución progresiva de la capacidad auditiva y favoreciendo problemas como el estrés y el insomnio. Están en riesgo todos los profesionales que entran en contacto diario con fuentes de ruido intensas, como los trabajadores de aeropuertos y fábricas, los agricultores, el personal militar, los músicos y los que trabajan en discotecas y otros locales de ocio nocturno. Para protegerse de daños auditivos permanentes, estos trabajadores deben llevar cascos con cancelación de ruido que aíslen su sistema auditivo del mundo exterior, tal y como exige la ley. Para los músicos, por ejemplo, existen auriculares profesionales que preservan la calidad del sonido a la vez que atenúan las frecuencias molestas y perjudiciales. Al llevarlos, el músico puede disfrutar de la música a la vez que protege su bien más preciado: su oído.